En
las últimas décadas se ha propuesto el empleo de la Biología Molecular para determinar
la relación gen/enfermedad y posteriormente emplear a estos genes y sus
variantes polimórficas para el desarrollo del diagnóstico molecular.
El trabajo realizado por los investigadores
alrededor del mundo ha permitido entender mejor a la DM en lo que respecta a la
etiología, mecanismos fisiopatológicos y la aproximación diagnóstica y
terapéutica. Con el impresionante desarrollo de la biología molecular en las
últimas décadas, el panorama del conocimiento cambio radicalmente.
El
diagnóstico molecular se
lleva a cabo por medio de la PCR, empleando ADN
extraído del paciente, posteriormente, se amplifica el gen candidato
empleando iniciadores (primers) específicos de éste gen, el cual se le
considera un marcador molecular. Un marcador molecular se define como un gen o
una proteína que presenta ciertas características como:
a)
participa sólo en una vía de señalización,
b)
presenta polimorfismos
c)
variantes génicas se expresan en cierta condición o enfermedad
Sólo
por mencionar algunas características. Por ejemplo, se logró identificar
genes/proteínas que participan tanto en la secreción de insulina en respuesta a
una concentración de glucosa plasmática, como en la vía de señalización intracelular
para la acción de esta hormona, por lo que cada uno de esos genes pudiera ser
un gen candidato para considerarlo como un marcador molecular (Chiqueta y
cols., 2001).
Además, se han
reportado moléculas asociadas al daño pancreático, las cuales pudieran servir
como marcadores tempranos de desarrollo de la diabetes y como métodos
diagnósticos más oportunos.
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